domingo, 28 de octubre de 2012

Contar un cuento. Práctica VII


Hola a tod@s, 
Bueno aquí dejo mi cuento. Espero que os guste.



SERGIO Y LOS PLANETAS

Érase una vez, un niño al que le gustaba mucho el espacio. Siempre estaba en las nubes pensando en los planetas y en los extraterrestres que lo  habitaban. Llegó un día en el colegio, en el que estudiaron los planetas. Sergio, que era así como se llamaba el niño, estalló de júbilo. No podía estar más feliz. Escuchaba cada palabra que decía su profesor. No perdía detalle de cada cosa que decía. Incluso se ofreció para hacer un trabajo voluntario.
Cuando acabó el colegio, empezó a correr de camino a casa muy contento, deseando llegar para contarles a su padre y a su madre lo que habían dado ese día en la escuela. Pero en el trayecto, comenzó a caer una lluvia muy fuerte que empapó a Sergio de pies a cabeza. Lo primero que hizo al llegar a casa, fue darse una ducha de agua caliente, pues había cogido frio durante el trayecto. Para cenar, su madre, le hizo un puré de calabaza bien calentito. Fue durante la cena cuando hablaron de todo lo que habían hecho durante el día.
A la mañana siguiente, Sergio se encontraba muy mal. Tenía mucho frio y le dolía la cabeza. Así que su madre le preparó un zumo de naranja mientras su padre le tomaba la temperatura. En efecto, Sergio estaba malito, tenía fiebre. Así que ese día se quedó en casa para poder recuperarse pronto. Sergio estaba muy triste, pues en el colegio seguían dando su tema preferido y el no podía ir a escucharlo.
Después llegó el fin de semana, y poco a poco, Sergio se iba encontrando mejor. Estaba deseando que llegase el lunes para volver a ir al colegio. Pero cual fue su sorpresa cuando al llegar a clase, el profesor estaba dando otro tema muy diferente al del espacio. Esa semana tocaban las plantas. La clase aún seguía decorada con planetas y demás cosas. Pero no era lo mismo, él no había podido participar. Sergio se puso muy triste porque se había perdido la explicación de su tema preferido y encima no había podido hacer el trabajo.
A falta de 10 minutos para acabar la clase, el profesor cerró el libro y todos los compañeros de Sergio empezaron a levantarse y a moverse por  el aula. Sergio no sabía lo que pasaba. Pensaba que todos sus amigos se habían vuelto locos. Y de repente, un compañero le dejó una caja encima de su pupitre. Sergio no sabía que hacer ni que había dentro. Sus compañeros y el profesor le animaron a que la abriera. Cual fue su sorpresa al ver lo que había dentro.
Sus compañeros les habían hecho un cuaderno donde habían puesto todo lo que habían aprendido. También habían pegado fotos de mientras realizaban los materiales que estaban colgados de clase. Sergio se puso muy contento, pues gracias a sus compañeros y al profesor, podría aprender todo aquello que se perdió. 

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